No
hay semana en la que no navegue más de una vez por la Red en busca
de noticias, artículos, entrevistas o referencias sobre Joe Henry.
Se ha convertido en una rutina querer estar informado de cuanto
ocurre alrededor de Mr. Henry, al menos de aquello de lo que dan
cuenta su web oficial, páginas de medios de información general y
de revistas especializadas, blogs, reseñas, críticas, foros y demás
plataformas, incluidos los perfiles del propio músico en sus cuentas
de Internet.
Proyectos, colaboraciones,
nuevas producciones, actuaciones, opiniones que de él tienen músicos
con los que trabaja, opiniones qué él expresa sobre autores que
admira o con los que se asocia, breves o extensas reflexiones suyas
sobre la creación musical o sobre cualquier asunto… Todo eso me
interesa y todo eso busco. Hasta este punto llega hoy mi atracción
por Joe Henry, uno de mis músicos de cabecera, uno de los más
ricos, exquisitos, brillantes y personales autores y productores
musicales que tengo el placer de escuchar.
Su sello, su huella, me
fascina de un modo tan adictivo que hace que a veces me imagine cómo
administra su tiempo para trabajar sus discos y los de los músicos a
los que produce; cómo cuida o mima las obras que pasan por sus manos
hasta convertirlas en trabajos creativos completos, íntegros,
rebosantes de íntimo sentido; o incluso cómo se comporta en su vida
cotidiana haciendo cosas comunes a todos.
En su docena de discos desde
mediados de los años ochenta y en las numerosas producciones que lo
han juntado con nombres de la talla de Solomon Burke, Bettye LaVette,
Mavis Staples, Elvis Costello, Ramblin’ Jack Eliott o Bonnie Raitt
y con variados e interesantes solistas y formaciones como Hayes
Carll, Birds of Chicago, Rose Cousins, Carolina Chocolate Drops, Mary Gauthier o Meshell
Ndegeocello, encuentro música pura y pasional, de una autenticidad
poderosa. La satisfacción que me causa la he reflejado en varias
ocasiones en posts aparecidos en el blog Tribeca Sessions.
Mi sano vicio por seguirle el
rastro a Mr Henry y estar al corriente, en la medida de lo posible,
de su actividad musical me ha animado a iniciar este humilde espacio
donde compartir la devoción por el músico. Este blog no pretenderá
ser un Gran Hermano de estrecha vigilancia de cada paso dado por Joe
Henry, tampoco quiere ser un refugio reservado para el fanatismo
extremo, sino convertirse en un cuaderno de apuntes donde volcar
aquello que me emociona y me gusta tanto del trabajo del músico
norteamericano, y que, por eso, considero digno de compartir.
No tengo claro qué forma
concreta darle a este blog, la verdad. No me preocupa carecer de
orden o de criterio en lo que a continuación aparezca escrito sobre
Joe Henry y su universo musical. La letra de una canción, un vídeo,
una respuesta en una entrevista, el comentario de un disco, una
anécdota, un dato, una sensación, un músico… lo que sea vale de
contenido. Voy a dejar que su música y las emociones que de este
modo tan personal despierta en mí sigan siendo mi inspiración para
llevarnos por este cautivador recorrido.
Bienvenidos
a Please Mr. Henry. Disfruten
todos: los que ya lo hacen con Mr. Henry y los que aún no lo han
experimentado.
Caramba muchacho, podría firmar de la primera a la última letra el primer párrafo que has escrito. Me sucede lo mismo desde hace un tiempo. La música de este tipo y sus conexiones me interesan cada día más. He leído bastante material sobre él y ahora poco a poco cada entrada aquí escrita. Te animo a que sigas...
ResponderEliminarSex, love and rock´n soul